II entrega Semana temática del adulto mayor
Es posible desarrollar habilidades que mejoran la calidad de vida del adulto mayor y la persona cuidadora.
Por Mónica Salazar Villanea y María José Quesada Pastor
Retomando la idea principal de nuestra primera entrega debemos insistir en que la vida presenta ocasiones de retos inesperados como el del cuido de otra persona, pero ello no debe implicar renunciar al bienestar y la calidad de vida. Cuando una persona asume el rol de cuidador es necesario que se enfoque en lo importante: dar apoyo y cuidar a su ser querido, pero sin descuidarse a sí misma. A continuación, le daremos algunas sugerencias de posibles recomendaciones prácticas que podrían ayudarle para manejar y convivir con las dificultades que podrían presentar las personas mayores en condiciones de dependencia.
- Planificar los cuidados
Para facilitar el cuidado de su ser querido, es trascendental priorizar y administrar sus fuerzas y sus recursos. Tome en cuenta que aunque en ocasiones todo parece importante o urgente, debe aprender a darse permiso para dejar de presionarse o culpabilizarse si una tarea no puede realizarse de inmediato o una situación no tiene una solución clara.
Para empezar a planificar mejor los cuidados debe intentar identificar todas las tareas que debe realizar para organizarse mejor, distribuir la energía y reconocer los límites. Para esto es recomendable:
-Identificar las tareas requeridas y la cantidad de horas que puede tomarle realizarlas: por ejemplo, bañar a la persona, hacerle comida, llevarle al médico y comprar medicamentos, realizar actividades recreativas con ella, entre otras.
-Priorizar cuáles tareas son más importantes o urgentes: por ejemplo, lavar las cortinas podría no ser tan urgente como lavar la ropa ni tan importante como ir a recoger los medicamentos.
-Determinar con cuáles tareas necesita ayuda y quién podría apoyarla: por ejemplo, ver si algún otro miembro de la familia puede cuidar a su ser querido durante algunas horas o si un vecino puede ayudarle recogiendo los medicamentos de la farmacia.
-Organizar las tareas con las personas que le pueden ayudar: esto implica, por ejemplo, llamar a las personas para pedirles su colaboración para cada tarea específica y establecer los horarios en que le ayudarán.
-Supervisar las tareas que delegó: por ejemplo, verificar que el familiar que lo cuidó durante algunas horas le dio los medicamentos correspondientes o si el vecino pudo ir a recoger los medicamentos que se le pidieron.
- Dar apoyo emocional
Muchas veces no sabemos cómo apoyar afectivamente a nuestro ser querido y esto es uno de los regalos más valiosos que puede brindar un cuidador. Para lograrlo puede iniciar de una forma sencilla, hágale saber a la persona que usted está ahí para hablar, pero que está bien si no quiere decir nada o bien, convérsele usted sobre uno de los recuerdos felices del pasado que usted atesora en su memoria y donde su familiar tuvo un rol relevante. Esto produce una sensación de bienestar y conexión emocional. Puede también hacerle una pregunta sencilla: ¿Qué es lo que sentís? Esto abre la puerta de la comunicación. Primero escuche y luego puede darle sus puntos de vista o palabras de aliento. Puede suceder que usted no sepa qué responder a lo que le esté comunicando su familiar. No se angustie, lo más importante es escuchar y hacerle saber a la persona que usted está allí para apoyarla.
Otra forma de dar apoyo, es reforzar el autoestima de su ser querido. Para lograr esto recuérdele alguna historia positiva de algún logro o cualidad (por más pequeños que parezcan en ese momento) y minimice las dificultades que tenga en la actualidad.
También es importante tratar de maximizar su independencia. Muchas veces las personas cuidadoras tienden a limitar a sus seres queridos por temor o facilidad, aunque en realidad sus familiares aún tengan las capacidades para desarrollar algunas actividades. Por ejemplo, a veces algunas personas cuidadores prefieren vestirles para agilizar la tarea, pero ello implica que muy pronto su familiar dejará de hacerlo del todo por sí mismo. Con más tiempo y paciencia la persona puede irse poniendo su ropa y así logramos que mantenga su funcionalidad y sensación de logro. Anime a la persona a ser lo más independiente posible.
- Manejo de posibles dificultades
A continuación le detallamos algunas estrategias puntuales para manejar las dificultades a nivel cognitivo, emocional y conductual, y así facilitar la vida cotidiana.
Orientación
|
|
Atención
|
|
Memoria
|
|
Funciones ejecutivas
|
|
Irritabilidad
|
|
Depresión
|
|
Como podrá observar, muchas de las recomendaciones son sencillas de aplicar. Poco a poco, puede incorporarlas en sus funciones de cuidado e ir evaluando los resultados. Además de poner en práctica estas recomendaciones, también es importante que empiece a cuidarse usted. En la tercera parte de este artículo se le darán algunas estrategias para que lleve a cabo esta tarea tan importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario